martes, 9 de septiembre de 2014

VIAJE A LA SABIDURÍA

Estoy segura de que en más de una ocasión habéis escuchado la expresión "¡Sabe latín!", con la que se pretende hacer referencia a que una persona sabe mucho. También puede utilizarse a modo de ironía, entonces el significado pasa a denotar lo "espabilado" que es alguien.

Efectivamente, un estudiante que experiementa el contacto con la lengua latina asimilará unos conocimientos que le otorgarán cultura. O Cultura, con mayúsculas, más apropiado. El latín es la base de nuestra lengua. Quien cuenta con un amplio abanico de léxico latino, con mayor facilidad se expresará y comprenderá su propia lengua, y con mayor rapidez adquirirá una segunda lengua romance (francés, portugués, italiano...)

Aquí os dejo un bonito fragmento de la obra Viajes con Heródoto. ¿Qué puede deducirse de su lectura?

"Comprendí que cada mundo entrañaba un misterio y que el acceso al mismo solo lo podía facilitar la lengua. Sin conocerla, ese mundo permanecía para todos insondable e incomprensible, por más años que pasásemos en su interior. Más aún. Descubrí una relación entre tener nombre y existir, pues cada vez que volvía al hotel y me daba cuenta de que sabía nombrar, por ejemplo, recordaba una acacia, pero no el árbol que crecía junto a ella, porque desconocía su nombre. En una palabra, comprendí que cuanto más vocabulario atesorase, más pronto - y más rico en su inabarcable diversidad - se abriría ante mí el mundo".

R. Kapuscinski, Viajes con Heródoto

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